jueves, 16 de febrero de 2017

Reportaje Isabel Burbano 5 "B"

PERIODISMO II
TRABAJO
REPORTAJE
NOMBRE
María Isabel Burbano
CURSO
5 Semestre “B”
FECHA
2017-01-31

A 50 años de su publicación, “Cien años de Soledad” sigue siendo uno de los libros cumbres de la literatura Latinoamericana.
La soledad de Gabriel García Márquez
Para Gabriel García Márquez enviar el primer borrador de la novela se volvería una aventura que duraría 14 meses y que daría como resultado uno de los libros más importantes de la literatura en lengua española y del realismo mágico. En el siguiente reportaje se hablará sobre como después de varios tropiezos, el primer borrador con sus correcciones se envió a Buenos Aires en 1967 y en mayo del mismo año se publicaría la primera edición. Gabriel García Márquez se volvió una figura de discusión en el marco del Hay Festival celebrado en Cartagena de Indias del 27 al 29 de enero del 2017.
Introducción
“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. Así es como empieza “Cien años de Soledad”, la novela que enalteció a Gabriel García Márquez como un escritor y aunque ya había otras novelas de su autoría como “El Coronel no tiene quien le escriba”, la historia de Macondo y Aureliano Buendía le darían reconocimiento y el Nobel de Literatura en 1982.
Aunque esto no fue fácil ya que mientras el escritor se concentró en su obra maestra, los problemas económicos se hicieron presentes incluso al momento de enviar la obra a la Editorial Sudamericana de en Buenos Aires. Se enviaron en dos partes divididas a la mitad, con tal suerte que se envió la mitad que contenía el final y no el principio.
El Inicio


Surgió en el escritor la necesidad de escribir algo totalmente diferente a lo ya había escrito. Como él mismo explica en su artículo Cien años de Soledad: La novela detrás de la novela: “Sin embargo, desde hacía tiempo me atormentaba la idea de una novela desmesurada, no sólo distinta de cuanto había escrito hasta entonces, sino de cuanto había leído. Era una especie de terror sin origen. De pronto, a principios de 1965, iba con Mercedes y mis dos hijos para un fin de semana en Acapulco, cuando me sentí fulminado por un cataclismo del alma, tan intenso y arrasador, que apenas si logré eludir una vaca que se atravesó en la carretera. Rodrigo dio un grito de felicidad:
—Yo también cuando sea grande voy a matar vacas en la carretera.”
Desde ese momento se dedicó en cuerpo y alma durante un año y medio para escribir su obra. “En los primeros meses conservé mis mejores ingresos, pero cada vez me faltaba más tiempo para escribir tanto como quería. Llegué a trabajar de noche hasta muy tarde para cumplir con mis compromisos pendientes, hasta que la vida se me volvió imposible. Poco a poco fui abandonando todo hasta que la realidad insobornable me obligó a escoger sin rodeos entre escribir o morir.”
Gabriel García Márquez pasó todo ese tiempo escribiendo desde la mañana hasta la noche, donde después se reunía con sus amigos, los cuales estaban interesados en lo que el “Gabo” estaba escribiendo.  María Luisa Elío y Jomi García Ascot fueron los que más escucharon con entusiasmo los capítulos inventados de la historia, ya que García Márquez no quería que la idea original salga hasta que todo esté terminado. No dudó en dedicarles su obra.
Al momento de enviar la obra corregida por correo, él y su esposa se encontraron con la sorpresa de que solo tenían dinero para enviar la mitad, después de empeñar un secador y la licuadora que aún quedaban en la casa, el manuscrito se envió completo y se publicó en junio de 1967.
La Portada
La responsabilidad de la creación de libro quedó a cargo de Vicente Rojo, un artista español exiliado en México. En una entrevista al periódico “El Heraldo” habla sobre el encargo. “Gabo me pidió esta portada dándome el manuscrito y fui uno de los primeros en leerlo, me di cuenta de lo excepcional de la obra y lo difícil que era sintetizar esta novela en una portada”
Por esas jugadas del destino, a pesar de que Rojo había enviado la portada a tiempo para su publicación, esta no llegó a la Editorial Sudamericana de modo que la primera edición tiene un bosque de fondo azul sobre el que se ve un galeón que navega y debajo unos lirios amarillos.

La portada hecha por Vicente Rojo apareció desde la segunda edición, donde se encuentra la e al revés por un error de impresión que, para su autor, le daba el sentido popular que iba de acuerdo con la novela. Esta e que un librero ecuatoriano se empeñó en cambiar debido a no sabía que así se había diseñado.
El legado
La idea que había empezado en un viaje a Acapulco, se trasladó a 350 páginas que han sido adaptadas a 35 idiomas, han vendido 30 millones de copias. El periódico El Mundo la incluyó en su lista de 100 mejores novelas en español publicada en 2001. Gracias a esta obra completa ha llegado a ser el único colombiano en ganar un premio nobel.
En su libro autobiográfico “Vivir para contarla” habla sobre una hacienda bananera existente en su natal Aracataca llamada Macondo, esta palabra se refiere a un árbol proveniente de África, nunca supo el misterio del nombre de la hacienda pero hizo de esta palabra una ciudad ficticia que albergó a seis generaciones que aún viven y se mantienen en la magia de la palabra.
Gabriel García Márquez es uno de los escritores latinoamericanos que reflejan el realismo de una cultura llena de matices como es la latinoamericana. Fascinado por la literatura desde muy temprana edad, supo que tendría que dedicarse a eso el resto de su vida.
—Entonces, ¿qué le digo a tu papá?
Le contesté con el corazón en la mano:
—Dígale que lo quiero mucho y que gracias a él voy a ser escritor —y me
anticipé sin compasión a cualquier alternativa—: Nada más que escritor.



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