jueves, 16 de febrero de 2017

Crónica: El Molinuco: Un sinfín de aventuras. Por Christian Echeverría


PERIODISMO II
TRABAJO
Crónica
NOMBRE
Christian Echeverría
CURSO
5C
FECHA
22 de noviembre de 2016


TÍTULO
El Molinuco: Un sinfín de aventuras
SUMARIO
Un viaje al refugio ecológico despierta en cualquier amante de la naturaleza experiencias agradables y satisfactorias. (Crónica de viaje). 
ENTRADA/
INTRODUCCIÓN
Las seis de la mañana en mi reloj. El sol se presentaba en toda su plenitud, el día era perfecto, lo sentí como un tenue abrigo (tacto-sentir). Preparé mi mochila con prolijidad: cámara, gorra, gafas, agua y grabadora (concisión). En una hora estaba listo y dispuesto a embarcarme en compañía de mis amigos, en un viaje de más de dos horas hacia “El Molinuco”. (Precisión) (Narrativo)
El refugio ecológico se ubica en el Cantón Rumiñahui, a quince minutos de El Colibrí, en el pueblo de Loreto. Cuenta con distintas atracciones: desde una larga caminata, hasta un baño en el agua cristalina de las cascadas, con la compañía de las aves y del espectacular paisaje, exquisita comida y nuevas experiencias. (sencillez) (descriptivo)
CUERPO DEL TEXTO
Al llegar al Playón de la Marín, tomamos un bus hacia Sangolquí. Una vez allí, nos dijeron que cada 20 minutos, un bus de color rojo (adjetivación) partía para el pueblo de Loreto. (escena por escena) Cuando me baje del bus puede percatarme de que el pequeño monedero de cuero (descripción) que siempre llevo conmigo, ya no estaba en su morada cotidiana: mi bolsillo. (escena por escena) Tardamos al menos quince minutos desbaratando mi pesada mochila y revisé quizás unas seis veces mi vestimenta. “Te pusiste pálido (retrato) cuando te acordaste de que ahí también tenías las llaves y que no había otra copia, te salió claro el viaje, me dice Carla Fuentes (fuente) mientras esboza una sonrisa buerlona”. (descriptivo)
Llegamos por fin a “El Molinuco” y, aunque sabía que una trágica escena me esperaba en mi departamento, procuré divertirme. Patricia Abad (fuente), recuerda que al llegar observamos “un lago con muchos patos blancos (adjetivación), caballos con pelaje brillante y los niños acariciándolos. También había una piscina de truchas en la que nos dijeron que podíamos pescar (ojos-ver). Luego la caminata estuvo difícil, todo cuesta arriba. Me agité bastante, luego el camino ya estaba más plano”. (narrativa) (concisión)
Podía oler la pureza de la naturaleza (nariz-oler): el aroma a eucalipto penetraba los sentidos y parecía invocar a la libertad. Y esa dama de perfume exquisito fue evocada también por nuestras mentes al llegar al mirador. Los contrastes de tonos verdes en las montañas daban la sensación de estar ante una gran leta natural remendad una y otra vez. (descriptivo)
“Luego empezó la bajada y ya se escuchaba el agua de la cascada (oídos-escuchar).  Llegamos a un puente de madera bien inestable, pero logramos sumergirnos en la cascada que tanto estábamos esperando” dice mi compañero de lucha, Andrés Perrugachi.
Eje: Experiencias suscitadas en “El Molinuco”
Texto en: Primera persona.
Tiempo: Narrativo.
Tipo: Interpretativa.
 Modalidad: Crónica de interés humano.  

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